Inspiração - Bellas Historias
Padre viudo expresa su dolor y amor en historietas
La muerte inesperada de su mujer, Eliane, víctima de una meningitis fulminante (“ella me llamó de la oficina diciendo que no se sentía muy bien y a las 24 horas ya había muerto”), trajo al diseñador Ronaldo Baker, de la noche a la mañana, un desafío doble: sobrevivir al choque y al dolor de la pérdida y, a la vez, amparar y cuidar -solo- a la pequeña hija de la pareja, Rafaela, de 5 años.
No hay manera posible de prepararse para enfrentar una situación como ésta. Ni estrategia que haga la situación más fácil. Pero la vida se hace cargo de mostrarnos los caminos para proseguir. Como nos contó Ronaldo en una charla larga y emocionante por skype, fue la misma Rafaela quien le dio las primeras pistas sobre cómo seguir adelante. “Ella me dijo que el sufrimiento de la nostalgia se iba cuando ella dibujaba”. Ronaldo pasó a dibujar con una aplicación en su teléfono móvil. Creó una serie de historietas que registran momentos emocionantes del día a día con la niña. Hoy los cómics ilustran el blog paiviuvo.com.br, en el que él publica artículos, videos y testimonios sobre el luto que pueden ayudar a las personas que están viviendo este momento. Como él relata en su blog, su objetivo es mostrar que el mundo no acaba cuando perdemos a un ser querido.
La primera gran decisión que tuvo que tomar solo Ronaldo fue si llevaría o no a la pequeña Rafaela al funeral de su madre. Él conversó con las tutoras de la escuela y si bien todas ellas afirmaron que sería bueno que la niña acudiera al funeral, decidió que lo mejor sería protegerla. “Vi que ésta es una decisión muy personal”, dice él, “no sé si fue la mejor, pero seguí mi corazón: me pareció brutal exponer a mi niña a la imagen de la madre en un ataúd, al acoso de las personas.” Ronaldo no la llevó pero habló con la hija y dijo que su mamá había muerto. Y que no volvería. Fue la pequeña Rafaela quien transformó a su mamá en la estrellita del cielo, sin que su padre le hubiera dicho nada. Al principio a él no le gustó mucho la idea, pero terminó entendiendo que la imagen le ayudaba a la niña: hizo un dibujo de la escena y dejó que Rafaela tuviera su mamá estrellita.
Desde la muerte de la mujer, padre y hija han vivido días buenos y malos, alegres y tristes. Rafaela lloró en la celebración del día de la madre en la escuela y sufre cuando le preguntan por qué no la va a recoger su mamá. La niña no tiene problemas para expresar su dolor y viene enseñando a su padre a hacer lo mismo. Por otra parte, se recupera enseguida y sale a jugar con la perrita Piti, sin perder la alegría propia de la infancia.
Rafaela me ha enseñado mucho, lo único que no he aprendido todavía es cómo recogerle el pelo.