Inspiração - Bellas Historias
Danzar el luto
Imagínese vivir en una familia en la que, frente a las dificultades escolares de un niño, sus padres le dicen que debería estudiar danza para dejar de estresarse tanto. Así ocurrió en la familia de Diogo Granato –esto sucedió con su hermana. Hijo del artista plástico Ivald Granato, Diogo creció en medio de un universo creativo donde convivían las más diversas formas de expresión. Su padre, pionero en el arte del performance, creó pinturas, diseños y canciones, produciendo objetos y performances aclamados por el público y la crítica. Diogo siguió los pasos de su padre, convirtiéndose en un premiado creador e intérprete de solos de danza-teatro. Cuando Ivald Granato murió, en julio de este año (2016), Diogo encontró en el arte un medio para elaborar el luto.
Conocimos a Diogo gracias a un espectáculo presentado en el Cementerio Primaveras, en Guarulhos, en la víspera del Día de los Muertos. Él y su equipo interpretaron, entre las lápidas, una adaptación del cuento “Nada y nuestra condición”, de Guimarães Rosa. Fusionando danza, circo, teatro y parkour, los actores-bailarines utilizaron textos improvisados para contar sus propias experiencias de luto. Presentarse en un cementerio, caminando entre las tumbas, no representó una situación extraña para el director, pues éste asocia los cementerios a la paz y al recuerdo más que a la muerte misma.
De forma general, quien trabaja con arte tiene más medios para procesar las angustias y suele encarar más de frente los temas-tabú. A final de cuentas, aquello que no sale por medio de las palabras puede ganar expresión de otra manera. En una serie de videos, que presentamos a continuación, Diogo cuenta cómo ha sido su proceso de duelo. Su experiencia puede inspirar a otras personas. Con la palabra, Diogo Granato:
Parte 1 – Resignificando el luto
Parte 2 –De la despedida a la ceremonia: ¿Es posible prepararla?
Parte 3: Una nueva visión sobre morir