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9 frases que no debes decirle nunca a una persona que haya perdido a un ser querido

¿Convives con una persona que ha perdido a un ser querido y no sabes qué hacer? Especialistas en luto cuentan qué NO se debe decir y dan consejos muy valiosos para que no tengas que recurrir a frases protocolares y seas capaz de acoger a la otra persona.

Cuando alguien se muere, todos sabemos muy bien qué hay que hacer: acudimos a las honras fúnebres, enviamos flores o tarjetas de condolencia, visitamos a la familia. Tras el primer momento, el guión se hace menos claro y somos obligados a improvisar, no siempre con el resultado que imaginábamos. En este artículo publicado en la revista norteamericana Real Simple, especialistas en luto dan 9 consejos  sobre NO digas (y sugieren alternativas) a quien ha perdido a una persona querida.

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1- NO digas: “¿Cómo estás?”

Decir frases protocolares de este tipo es como si dijeras: “Por favor, dime que estás bien, porque si me dices que no, me voy a sentir fatal”. Frente a esa pregunta, la persona probablemente contestará “estoy bien” o “estoy ok” en lugar de expresar realmente sus sentimientos.

Mejor que digas: “Realmente no debe ser fácil lo que estás viviendo en este momento”. Así reconoces que la persona está viviendo un momento doloroso y no subestimas sus sentimientos, permitiéndole que sufra su luto sin presiones.

2- NO digas: “Él/ella se fue a un lugar mucho mejor”– En este momento tan perturbador, es mejor que tengas cuidado al asumir que el enlutado cree o no en la vida después de la muerte. Esta frase puede desconsiderar el dolor que el otro siente. El ser querido se fue y ya no está a su lado: eso es lo más difícil de la pérdida.

Mejor que digas: “Lo siento por tu sufrimiento”. Al que haya perdido a una persona que estaba enferma puede que le tranquilice el saber que su ser querido ha dejado de sufrir, pero eso no disminuye su dolor. Preocúpate por quien está sufriendo en este momento.

3- NO digas: “Dime si hay algo que pueda hacer por ti”. Recibir muchas ofertas de ayuda puede ser abrumador y da al enlutado la obligación de elegir qué pedir y a quién.

Mejor que digas: “Te ayudo con la compra, llevo los niños al colegio, traigo la cena de hoy… Las personas tienden a aceptar más fácilmente ayudas específicas que ofertas genéricas.

4- NO digas: “Todavía puedes…” Si la persona perdió a su pareja o a un hijo, decirle que puede casarse otra vez o tener otro hijo es intentar que la persona vea por delante un horizonte más positivo. Sin embargo, con esa frase lo que uno entiende es que el que se fue es reemplazable, lo que enciende uno de sus más grandes miedos: pensar que un día el ser amado que se fue no tendrá la misma importancia.

Mejor que digas: “Cuéntame sobre tu amor”. En lugar de poner el foco en el futuro, permite que la persona comparta memorias de su ser amado y sé un oyente activo.

3- NO digas: “Yo sé lo que sientes”. A pesar de que todos en algún momento ya hemos tenido alguna experiencia de pérdida, esta es siempre absolutamente personal. Es imposible saber lo que la persona enlutada está sintiendo y sugerir eso puede hacerle sentir que subestimamos su dolor.

Mejor que digas: “Puedo imaginar lo que sientes”. Lo mejor es que le des al enlutado la posibilidad de decir cómo se siente en lugar de decirlo por él.

6- NO digas: “Eso nos pasa a todo el mundo en algún momento”. Sí, la muerte es parte de la vida y nos va a tocar en algún momento. Pero esa frase en realidad no ayuda mucho. Quizás minimice el dolor de la pérdida por un momento, pero no mucho más.

Mejor que digas: “Debes extrañarlo mucho”. La pérdida de una persona es la fuente del dolor. Concéntrate en ella, en lugar de dejarla a un lado como si fuera tan solo un aspecto no negociable de nuestra existencia.

7- NO digas: “A él (o a ella) le hubiera gustado que fuera así”. A menos que la persona que se fue haya dejado instrucciones claras sobre cómo deseaba su funeral, no hay manera de saber cuáles eran sus preferencias. Hablar por el fallecido puede generar discusiones entre amigos y familiares que tengan puntos de vista diferentes sobre qué realmente quería la persona que se fue.

Mejor que digas: “Me gustaría dedicarle un homenaje de esta manera”. Mejor que hagas referencia a tus propias memorias sobre la persona y hables de la relación que había entre ustedes dos, en lugar de hablar sobre cómo era ella en términos absolutos.

8- NO digas: “Lo estás llevando mejor de lo que imaginaba”. Tal vez el enlutado solo esté poniendo “una cara contenta” y esta afirmación puede reforzar la idea de que él o ella quizás no esté sufriendo tanto por la pérdida de su ente querido.

Mejor que digas: “Debes estar muy triste, pero eso es normal”. Permite que la persona se sienta como quiera – aunque haya pasado cierto tiempo desde la muerte de su ser querido. Es reconfortante cuando se reconoce que cada momento sin ellos es difícil.

9- NO digas NUNCA: Nada

Muchas personas no le dicen nada al enlutado y nunca mencionan el nombre de la persona que murió porque no se sienten a gusto.

Mucho mejor: “¿Te acuerdas cuando…?” Una de las cosas que más ayudan al enlutado es la posibilidad de compartir la memoria de su ser querido, aun cuando no formas parte de su círculo más íntimo. Cuando mencionas algo que hayas vivido con la persona que se fue, das al enlutado una perspectiva sobre su ser amado que él no tendría de otra forma. Y eso es excelente.