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Cómo tratar a un colega que está de luto en su regreso al trabajo

No ayuda en nada el tratar a la persona como si estuviera regresando de vacaciones, fingiendo que no ha ocurrido nada. Pero parar de conversar o de reírse cuando la persona se acerca tampoco hace el ambiente más acogedor.

Imagen: Taylor Jacobs

Un colega de trabajo sufrió una pérdida y usted no sabe cómo actuar. Siempre es bueno recordar que cada luto es diferente y que el momento exige, antes que cualquier otra cosa, respeto y delicadeza. No importa si usted tiene más o menos intimidad con la persona, es fundamental expresar sus sentimientos al momento de toparse con ella. Lo mejor es decir “lo siento mucho” y preguntar si hay algo en relación al trabajo en lo que usted pueda ayudar.

Si no sabe bien cómo actuar, no dude en recurrir a alguien del departamento de Recursos Humanos de la empresa para pedir orientación. Si es una empresa pequeña, converse con la Dirección o con sus otros colegas y organicen un procedimiento respetuoso y acogedor. Como en cualquier tipo de adversidad de la vida, el luto es encarado por las personas de diversas formas. Tras perder a un ser querido, hay quienes prefieran sumergirse en el trabajo como una forma de sentir que la vida retoma su rumbo. Pero también hay quien necescite más tiempo a solas o quien regrese al trabajo y no se sienta capaz de desempeñar sus tareas con igual eficiencia y rapidez. Será responsabilidad del coordinador, debidamente orientado por el departamento de Recursos Humanos (o en el caso de una empresa pequeña, por profesionales capaces de brindar atención en situaciones como esta), el conversar con el funcionario y ponerse de acuerdo sobre la mejor manera de trabajar durante un cierto período de tiempo. Los colegas deben actuar con respeto, pero no deben alterar el ritmo y la eventual ligereza y alegría del ambiente en función de la persona que está de luto. Es aconsejable demostrar comprensión, sin necesidad de adoptar una postura de completa aflicción frente al que está de luto.

Como en cualquier relación con una persona que está de luto, los colegas no deben exigir una rápida recuperación ni dar ningún tipo de consejo que vaya en esa dirección. A continuación, sigue una lista de lo que ayuda y lo que no ayuda en el ambiente de trabajo.

Ayuda

– Pedir orientación al departamento de Recursos Humanos, o a la Dirección, sobre cómo actuar con el colega a su regreso.

– Expresar sus sentimientos de forma simple y directa cuando la persona regrese al trabajo. Basta con: “Siento mucho su pérdida”, “mi sentido pésame”. Muchas personas dejan de decir lo básico porque piensan que tienen que elaborar frases muy especiales, cuando, en realidad, una genuina y breve expresión de apoyo es siempre bienvenida.

– No hacer preguntas específicas sobre lo ocurrido, pero estar preparado para oírlo en caso de que el colega desee desahogarse.

– Si es posible, ofrecer ayuda para hacer que su regreso sea más fácil.

– Si es un subordinado, llamarlo para conversar de manera franca. Organizar una rutina de trabajo más leve en caso de que sea posible.

– Si la persona que está de luto ocupa un cargo que exige mucho empeño y que normalmente implica bastante presión, hablar con él y ponerse de acuerdo sobre la posibilidad de dejar sus funciones de manera temporal o de brindarle una asistencia extra, si ese fuese el caso.

– Invitar al colega a tomarse un café o brindarle compañía en el almuerzo.

– Hablar normalmente de cualquier tipo de asunto. La persona que está de luto no quiere hablar únicamente sobre su sufrimiento.

– Tener más paciencia y tolerancia con relación al desempeño, horarios y eventuales ausencias.

No Ayuda

– Fingir que no ocurrió nada y recibir al colega como si estuviese “regresando de vacaciones”.

– Parar de reírse, de conversar o de hacer chistes cuando se acerca la persona que está de luto.

– Intentar estimular al colega a superar rápidamente su luto con expresiones como: “¡Para adelante!”

– Contar historias de otras pérdidas y hacer comparaciones.

– Evitar al enlutado en los corredores y en la cafetería como si éste estuviera sufriendo una enfermedad contagiosa. El luto no “se pega”.

– Demostrar exasperación en caso de que la persona esté haciendo su trabajo con menos energía o eficiencia.

– Hablar de la pérdida del colega a sus espaldas y en tono de chisme.