El accidente que sufrió el equipo del Chapecoense conmovió al mundo entero. Sé que duele y que irá a doler por mucho más tiempo que la cobertura y conmoción nacional. Fue frente a otra tragedia que aprendí que era necesario acoger el dolor con paciencia. Las palabras del poeta Rainer Maria Rilke me acompañaron en aquella época.