La muerte está empapada de vida y humanidades. Hay tantas formas de pensar sobre ella cuanto sobre vividores y morideros. Lo bonito, aún cuando se trata de algo brutal, es cuando tales narrativas son capaces de hacer frente a la complejidad de este momento, con todos los sentimientos ambiguos y contradicciones que él encierra. Sería una lástima, al final, reducir un momento tan abisal e inevitable a un manual pobre sobre el “morir bien”. Como en esta frase que me encanta: “La muerte no es el contrario de la vida, la muerte es el contrario del nacimiento. La vida no tiene contrarios”.

El artículo es una fuente rica en referencias de pensadores, libros, películas y proyectos que tienen como propósito la reflexión sobre la muerte y el duelo. Para nuestra alegría, esta gran escritora cita el “¿Y si hablamos del luto?” como una de las manifestaciones de esta nueva perspectiva contemporánea según la cual el morir y el vivir el luto se presentan en primera persona:

Yo creo que lo más fascinante de esta nueva mirada sobre la finitud humana aún está por venir. Y llegará no desde aquellos que ya poseen un lugar de escucha sino desde los anónimos que comienzan a producir narrativas en internet sobre el envejecimiento, la enfermedad y la muerte. Los medios sociales producen mucho y sobre todo –y no solo discursos rabiosos –. Del mismo modo, también han autorizado un discurso que revela cómo cada uno se coloca frente a la mortalidad.

Lea el artículo completo de Eliane Brum en su página en El País.

* Eliane Brum es escritora, periodista y documentalista brasileña. Siempre una fuente de inspiración y reflexión.