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Una buena noticia en el Día de la Madre

El Día de la Madre puede ser complicado para aquéllos cuya madre ya se ha ido o para aquellas madres que han perdido a su hijo. Con la idea de ver esta fecha de otra manera, decidimos aprovechar esta semana para invitar a algunas mujeres a darles una buena noticia a sus madres o hijos que ya se han ido.

unsplash / Olia Gozha

Día de la Madre, Día del Padre, Navidad… esas fechas son colectivamente celebradas sin mucho cuestionamiento, hasta que la ausencia de un ser muy querido nos produce nuevos sentimientos en relación con esos días. Sabemos que los primeros “Día de la Madre” pueden ser muy difíciles para quien ya no tiene a su madre cerca o para aquellas madres que perdieron a un hijo(a). Sin embargo, el tiempo (¡Siempre él!) puede traer nuevos sentimientos a medida que van pasando los años. Con la idea de ver esta fecha de otra manera, invitamos a algunas mujeres a responder a la siguiente pregunta:

Si usted pudiese darle una buena noticia a su madre o a su hijo que ya se ha ido, ¿qué le diría?

Vea las respuestas a continuación.

Si le agrada la idea, escríbale a su madre o a su hijo, hágales un homenaje, transforme ese día. Y si quiere, comparta este mensaje con sus amigos por medio de las redes sociales y utilice el hashtag #unabuenanoticia para que nosotros también podamos leerlo.

¡Feliz día de la madre!

 

Lo que las hijas quieren decirle a sus madres:

Querida mamá:

Aún no tuve hijos, no financié el apartamento, no hice MBA, ni doctorado. No gané ningún porcentaje sobre la renta de ninguna empresa ni me hice millonaria antes de los 30. No me gané ninguna medalla ni pagué un matrimonio en 12 cuotas. No compré un labrador, una 4×4 ni un televisor más grande. Aún no escribí un libro ni planté árboles. La valentía y la libertad que plantaste en mí hicieron germinar otros frutos. Decidí sacar mis sueños del cajón y caminar en contra de la corriente de la multitud. El hogar se convirtió en morral y el mundo entero es ahora mi casa. Hoy vi una estrella fugaz en el cielo. Eras tú consintiéndome la cabeza y susurrando: “¡No olvides ser feliz!”. La mejor noticia es esta: estoy en el camino. No sé si es en el camino correcto o no, pero qué importa. Finalmente, “caminante no hay camino, se hace camino al andar”. ¡Hasta pronto!

P.D: ¡Me traje tu pañoleta de seda preferida para darme cariño! Puedes estar tranquila, el dolor ya se convirtió en nostalgia. En cada alegría todavía habita un poco de tristeza, pero hasta en las lágrimas ya encuentro felicidad.

-Julia, hija de Suely.

 

¡Hola mamá! Tantas cosas que quería contarte que ni sé por dónde comenzar. Por hoy, voy a enfocarme en lo más importante. El fin de semana pasado recibimos la noticia de que Victoria va a ser mamá. Sí, eso mismo, mi primer sobrino y tu primer nieto (nuestro pequeño) – ya te imaginarás como están los ánimos de toda la familia, ¿cierto? Hubo quienes se disgustaron, claro, pues ella sólo tiene 14 años. Pero el amor que trajo ese embarazo no cabe dentro de mi pecho. No te preocupes mamá, continuaré cuidando a tus hijos, a mi abuela linda y, tal como lo pediste, ¡continúo cuidándome! Te amo. La nostalgia y la falta son tan grandes como este amor. Un beso doña Rossyclé y felicitaciones abuela.

-Veruska, hija de Rossyclé

 

Yo nunca creí en las coincidencias. Siento que todo lo que ocurre en nuestras vidas tiene una razón de ser y son herramientas para nuestro crecimiento. Normalmente, las situaciones que nos botan al piso son las que más nos enseñan. La vida me arrancó una madre en el momento en que yo nací y me dio otra dos días después. Una madre me creó y la otra me cuidó, me abrazó, me dio amor y formación. Por lo grandiosas que fueron ambas, yo soy lo que soy hoy en día. Mi madre biológica siempre fue aquella imagen incompleta en mi cabeza cuya forma, rostro e historia sólo se completó después de su muerte. ¡Y qué historia! Siento que mucho de lo que me he convertido hoy es el reflejo de la superación de los traumas. Sin el apoyo materno diario, todo eso no habría sido posible. Una me enseñó a estar agradecida con la otra. Y creo que la otra siempre estuvo agradecida de saber que yo estaba siendo cuidada. Hoy, ese sentimiento de gratitud se expande y se transmite a través del abrazo de mis hermanas, del regazo de mis tías, de las conversaciones de mis amigas y de los besitos de mis hijas. En esta fecha conmemorativa, me gustaría honrar a todas las personas que se encajan en el papel de madres con la grandeza del alma que sólo ese amor logra proporcionar.

-Marianna, hija de Malu y creada por E.

 

Mamita, quiero que sepas que mi papá continúa con los planes que tenían cuando estabas aquí. Él alcanzó todo lo que tanto deseaban, mudarse para Piauí. Sí, eso mismo, él tuvo la valentía necesaria y se fue. La nostalgia y la falta son inmensas, pero estoy feliz por él. ¡Visitarlo y ver que él está bien y está feliz fue algo increíble! Poco a poco, las cosas se han ido organizado y, a pesar de la nostalgia, estamos bien, principalmente gracias a que ya casi llega Rafael, tu nieto, hijo de Tiago.¡Gracias por todo! ¡Te amo!

-Karina, hija de María de Fátima.

 

Mamá, tengo tantas cosas buenas para contarte que creo que sólo eso ya es una gran noticia. La verdad es que invité a otras chicas a escribir este post, basándome en algo que me ocurrió recientemente – entonces necesito contarlo aquí ;-). Tú sabes que nunca me interesaron mucho los deportes, pero hace poco más de dos meses comencé a correr. De a poquitos, cerca de mi casa… ¡Y me sorprendí! Me comenzó a gustar mucho, tanto que decidí entrar en una página de correr para descubrir cuándo sería la próxima carrera de calle en Río. Y fue ahí que vi que sería en el Día de la Madre – el cual yo ya había comenzado a ver como algo triste, después como algo irritante, finalmente adoptando una postura indiferente y de cansancio al respecto. Y voy a correrla mamá, por mí, por ti y para hacer del Día de la Madre algo más bonito. Te mereces todo. En honor a ti siempre busco ser feliz. ¡Feliz día de la madre!

-Mariane, hija de Rachel.

 

Y ahora tienen la palabra las mamás:

Lolo, mi hijo amado. Mamá está hoy aquí para darte buenas noticias. ¿Te acuerdas que mamá creyó que no iba a soportar nuestra separación física?, ¿te acuerdas de cuánto dolor mamá expresó por los ojos y por los gritos del alma? Pues bien, hoy mamá viene a contarte que ya logra mirar hacia el frente, soñar, tener motivos para levantarse al día siguiente. No es que yo ya haya olvidado o superado nuestra separación. ¡Nada de eso! Es que cuando pienso en ti, mi pecho se llena de deseos. Quiero abrazarte, conversar, correr en el pasto, volar cometa, oír tu voz… Mamá cree que todo eso será posible si ella así lo merece. Tengo que pensar así… ¡Sólo de esta forma encuentro utilidad en mis días, en mi vida! ¿Ya pensaste en lo divertido que sería? Yo sé que vamos a reencontrarnos en cualquier momento y quiero que ese día te sientas orgulloso de aquella persona que tu escogiste para ser tu madre. Quiero ser tu mejor regalo, como tú siempre serás el mío. ¡Te amo!

-Telma, madre de Lorenzo.

 

Hablando de amor: ninguna palabra describiría mi amor por ti. Es un amor tan grande y tan intenso que dos corazones serían insuficientes para guardar tanto amor. Las noticias son que aprendí a ser valiente y a hacer cosas que ni yo creí que podría hacer. Sin duda estarías orgullosa de mí. Hablar de tu importancia en mi vida creo que es innecesario porque tú ya sabes muy bien eso. Vivimos momentos felices y alegres. Tuvimos nuestras peleas. Cuantas veces te molesté y me desquité contigo, pero creo que tú entendías mi forma de amar. Ese era mi amor de madre. Tú siempre fuiste tan amorosa y yo con mis dificultades para expresar lo que siento. Hoy en día sé que el amor que yo tenía, sumado al amor que dejaste, se transformó en un amor grandioso e intenso. Es a través de este amor incondicional de madre que le encontré un nuevo sentido a mi vida. Simone: eres una hija muy, muy amada y muy especial. Siempre le agradezco a Dios por esa hija maravillosa que fuiste, por el tiempo que pasamos juntas y por haberme escogido para ser tu madre. Me siento muy honrada de ser tu madre. Dejaste mucha luz y mucho amor. Tú vives en mi corazón y ocupas mis pensamientos. Eso será siempre será así.

-Ivone, madre de Simone.

 

Desde que te fuiste, Lel, todas las fiestas aquí en casa son tuyas. El Día de la Madre para mí se convirtió en el día de ser tu madre. Es un día de mucha nostalgia, pero también de mucha alegría. Me despierto pensando en ti y – como un niño que busca un regalo debajo del árbol de Navidad – busco los pequeños milagros del día. Éstos vienen en forma de una dedicatoria tuya olvidada en un libro, una nueva foto que alguien encuentra en un cajón, una flor inesperada que viene da algún lugar improbable. El día de ser tu madre tiene que ser tan feliz como tú siempre fuiste, un día alegre y ruidoso como tú, con todos hablando fuerte y al mismo tiempo alrededor de la mesa. Tus hermanos me abrazan tus abrazos, me besan tus besos. Toda la familia, los abuelos, los papás, los tíos y los primos traen un poco de ti en el corazón. El día de ser la madre de Gabriel no es un día de ausencia, sino de tu eterna presencia en nuestras vidas.

-Cynthia, madre de Gabriel.

 

Paulo, mi hijo, una noticia que me gustaría darte tiene que ver con tu hijo, Rodrigo. Con sus 5 años, Rodrigo es el muchacho más amado de toda la cuadra. Es divertido, amoroso e inteligente. Ro es un chico feliz. Tú siempre te haces presente en él a través de su personalidad, sus recuerdos, su amor y sus ideas. Tú estás conmigo todos los días y así será también en el próximo Día de la Madre. Te amo eternamente Paulote.

-Rita, madre de Paulo.