El dolor de la pérdida implica una constelación de pensamientos y sentimientos que experimentamos cuando muere alguien que amamos. El luto es la expresión de ese dolor. En general, nosotros, como sociedad, como familia o como individuos, intentamos “proteger” a los niños del proceso del luto, desincentivándolos a expresar su dolor. Sin embargo, existen buenos motivos para creer que los niños pueden integrar el tema de la muerte en sus vidas y vivir bien.

Perdí a mi abuelo en 2014. Biso siempre estuvo presente en la vida de los niños, así que fue difícil explicarles que el Bisabuelo había muerto y que ya no lo veríamos más. Muchas preguntas surgieron a partir de dicha noticia. ¿El abuelo desapareció?, ¿ya no lo veremos nunca más?, ¿para dónde se fue?, ¿puedo hablar con él? Muchas explicaciones, así como algunos libros, me ayudaron en ese proceso.

Lea a continuación una sugerencia de tres lindos y delicados libros infantiles que hablan sobre la muerte y la pérdida.

“El árbol de los recuerdos”, de Britta Teckentrup

“El zorro tuvo una vida larga y feliz en el bosque. Pero cuando se sintió muy, muy cansado, entendió que era hora de partir. Tristes, los animales del bosque se reunieron alrededor de su amigo para recordar los momentos felices que habían vivido junto a él. Una agradable sorpresa reconfortará el corazón de cada uno de ellos, transformando el dolor de la nostalgia en un alegre susurro del viento sobre las hojas. Un libro delicado y conmovedor que celebra la vida y nos ayuda a recuperar los dulces recuerdos de aquellos que amamos”.

“La vida sin Leo”, de Andrea Maturana

 “Leo y Bia son grandes amigos, pero de una hora para otra tienen que separarse pues la familia de Leo va a mudarse para un lugar lejano. Después de su partida, los días se vuelven tristes y solitarios. La melancolía abre un enorme vacío en la vida de Bia. ¿Por qué la nostalgia duele tanto?”

“¿Hacia dónde vamos cuando desaparecemos?”, de Isabel Minhós Martins y Madalena Matoso

“¿Alguna vez paraste a pensar a dónde van las medias que no tienen par?, ¿la arena de la playa llevada por el viento?, ¿Y hacia dónde va el ruido cuando todo permanece en silencio? Esos son algunos de los muchos misterios que la vida representa. Y la verdad es que ni siquiera los adultos logran responder algunas de esas preguntas con total certeza. Quizás la más difícil sea esta: ¿Para dónde van las cosas, las personas, cuando ellas ya no están más aquí? Cada persona tiene una respuesta diferente, pero visto que nadie sabe a ciencia cierta cuál de esas es la correcta, podemos darle alas a la imaginación e inventar mil posibilidades”.