Inspiração - Reflexiones
Dime ¿Qué hago con esta pasión que me devora el corazón?
“Murió Picasso. (Si es que Picasso muere)”
Recuerdo haber leído este título en una vieja portada de periódico que en 1973 anunciaba la muerte del pintor español. Esta frase me tocó tanto que aún se mantiene viva en mí ―como Picasso sigue vivo en sus obras y en la memoria de los que le aman―. Beethoven murió en 1827 y todavía sigue vivo. Para citar a uno de mis favoritos: Tom Jobim murió el 8 de diciembre de 1994 y sigue vivo. Soy tan fanático de él que la fecha de su partida la guardo por entero en mi memoria, junto con el recuerdo de ese día. ¿Dónde estabas el 8 de diciembre de 1994? Yo estaba en mi trabajo. Recuerdo que busqué una ventana y pasé un largo tiempo mirando el mar de edificios a mis pies, mientras pensaba en la imagen de Tom Jobim en medio de árboles, escuchando a los pájaros, en un documental que había visto en la televisión. En ese momento, en mi mente estaba tocando “Passarim”. Reescribiendo aquí la letra, veo que la selección era apropiada: “Pajarito quería posar, no pudo, voló, porque el tiro partió pero no mató. Pajarito, cuéntame, entonces, dime, ¿Por qué yo tampoco fui feliz? Dime ¿Qué hago con esta pasión? Que me devora el corazón… Que devora el corazón… “.
El tiro partió pero no mató porque “quien amamos está siempre vivo dentro de nosotros” (esta es una frase que no nos cansamos de repetir aquí en el sitio).
Dime ¿Qué hago con esta pasión que me devora el corazón?
Dejo que el actor francés Gerard Depardieu responda, reproduciendo aquí una entrevista que dio a la revista francesa Gala, sobre la ausencia de su hijo Guillaume Depardieu, que murió en 2008 a los 37 años, de neumonía. Gerard Depardieu dijo: “No siento falta de Guillaume, porque él está siempre conmigo. Todo el tiempo, presente en todo lo que hago. Y veo su presencia también en Julie, su hija y sus dos hijos, Roxane y Jean. Guillaume no es alguien intocable, no es una celebridad o un ídolo, pero permanece vivo. Es alguien que vivió profundamente. Era un aventurero, un alma libre. (El hijo de Depardieu tuvo una adolescencia marcada por el consumo de drogas y a los 17 años llegó a ser condenado a tres años de cárcel por tráfico de heroína.) Particularmente creo que el mundo está lleno de idiotas que son, aunque vivos, mucho más muertos que mi hijo que se fue”.
Quien amamos siempre está vivo dentro de nosotros. Y sugiero despedirnos escuchando Passarim: