Quero ajudar - Un niño
Entienda las 6 necesidades del luto infantil
Normalmente, un niño que se encuentra sobrellevando el luto no tiende a hablar, hablar y hablar…Él reacciona, actúa. Por ejemplo: un niño puede ponerse letárgico, pero ciertamente no va a tener las palabras para expresar ese sentimiento o para entender el porqué de ese estado. Si el niño se siente confundido, puede ocurrir que se enoje fácilmente. Igualmente, un niño que está bravo como consecuencia de una pérdida importante puede volverse malcriado o pelear más con otros niños. ¡Observe siempre su comportamiento atentamente!
Según el Dr. Alan Wolfelt, educador y estudioso sobre las cuestiones relativas al luto, los niños presentan seis necesidades durante este proceso:
Necesidad 1: reconocer la realidad de la muerte.
El niño debe enfrentar la realidad de la muerte de una persona que él amaba mucho, así como el hecho de que esa persona ya no estará más presente físicamente. Los niños suelen aceptar la realidad de la muerte en “dosis”, permitiendo la entrada de “un poco” de dolor entre sus juegos. Esta dosificación no sólo es normal, ella también es necesaria para hacer más soportables esos primeros momentos del duelo.
Puede llevarle años a un niño el lograr asimilar plenamente la realidad de la pérdida. A medida que el niño va desarrollándose y madurando, la muerte asume mayor profundidad y nuevos significados.
Necesidad 2: sentir el dolor de la pérdida
Al igual que cualquier persona enlutada, los niños también necesitan abrazar el dolor de la pérdida. Afortunadamente, la mayoría de ellos aún no aprendió a reprimir o a negar los sentimientos. Si están tristes, generalmente ellos se permiten estarlo. Usted puede ayudar a un niño, alentándolo a que hable sobre sus pensamientos dolorosos y oyendo sus historias sin juzgarlo. Si usted está triste, exprese su tristeza en presencia del niño.
Necesidad 3: recuerde a la persona que se ha ido
Cuando muere una persona que amamos, ella vive en nosotros a través de nuestros recuerdos. Los niños que se encuentran en duelo necesitan recordar a la persona que se ha ido, así como celebrar la vida que esa persona vivió. No intente borrar o esconder los recuerdos del niño con la persona que murió, intentando, equivocadamente, evitarle el dolor. Para el niño es muy bueno poder ver fotos y videos, contar y escuchar historias sobre la persona que se ha ido. Recordar el pasado convierte el futuro en algo más posible.
Necesidad 4: desarrollar una identidad propia
Parte de la identidad de un niño se formó por medio de la relación que éste tuvo con la persona que se ha ido. Quizás el haya tenido un padre que ahora ya no tiene más. Tal vez él sea un hermano mayor que ahora ya no tiene más una hermana menor. ¿Cómo cambió la percepción del niño sobre sí mismo como resultado de una pérdida importante? Nadie puede llenar el “puesto” de la persona que se ha ido. No intente encontrar un padre/mejor amigo/abuelo sustituto. Algunas veces los niños son estimulados a asumir el papel y las tareas que le pertenecían a la persona que murió. Esto obstaculiza el proceso de superación y roba, injustamente, la inocencia de la infancia.
Necesidad 5: busque significado
Cuando muere alguien que amamos, naturalmente cuestionamos el significado y el propósito de la vida. Los niños tienden a hacer lo mismo de forma muy simplificada, haciendo preguntas como: “¿Por qué mueren las personas? ¿Qué ocurre con las personas después de morir? ¿Mi papá puede jugar fútbol en el cielo?”. Un niño sólo se siente cómodo de hacerle ese tipo de preguntas a un adulto en el que él confía. No intente responder todas las preguntas sobre el significado de la vida. No hay ningún problema – de hecho, quizás sea hasta deseable – en admitir que usted también se siente confundido frente a las mismas preguntas.
Necesidad 6: recibir el apoyo continuo por parte de sus cuidadores
El luto es un proceso, no un evento. Los niños, al igual que los adultos, van a pasar o estar en ese proceso por un tiempo prolongado.
El niño enlutado necesita la compasión y la presencia de un adulto cercano, no solamente en los días o semanas después de la muerte de un ser querido, sino también en los meses y años a seguir. A medida que los niños van creciendo y madurando, éstos naturalmente van a procesar el luto en nuevos y más profundos niveles. Un niño que cuenta con suficiente apoyo y aliento a lo largo de un proceso de luto tiende a ser un adulto más saludable.
El Dr. Alan D. Wolfelt, PhD, es autor de centenas de libros sobre la pérdida y el luto. Wolfelt – conocido mundialmente por sus consejos y mensajes de apoyo y superación de la pérdida – es miembro de la Association of Death Education, recibió un premio por el Counseling’s Death Educator y actúa como director del Center for Loss and Life Transition en Fort Collins, Colorado, en Estados Unidos.